Otro gran artículo, de unos chicos que se buscan la vida en Manchester:
Circulando por la izquierda: 100 días, 30 razones para decir basta: Pues sí, cien días han pasado ya desde que los españoles recibimos la alegre noticia de tener nuevo Gobierno y, como todos habréis podid...
viernes, abril 13, 2012
jueves, abril 12, 2012
Para seguir entendiendo que pasa con esto de la crisis.
http://www.agarzon.net/
http://www.agarzon.net/?p=1769
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http://www.agarzon.net/?p=1769
La deuda pública como mecanismo de transferencia de rentas
Posted on abril 7, 2012 by Alberto Garzón Espinosa
Entre la ciudadanía hay un pensamiento generalizado que culpa de
la crisis a los desmanes de los políticos y el gasto público. Se trata
de un pensamiento claramente identificable con las tesis liberales según
las cuales el gasto público debe ser mucho más bajo (lo que justifica
los recortes) y que el mismo PP abandera en cada intervención. Por
ejemplo, hoy mismo el
PP ha comentado que “por culpa del expresidente [Zapatero] se ha
incrementado el peso de la deuda pública en España” y que Sarkozy estaba
acertando al señalar al gasto público como responsable de la crisis.
Ahora bien, todo este discurso es absolutamente ideológico y no se
sustenta en ningún dato. Es aprovechado por el PP para justificar sus
recortes de derechos y por UPyD para justificar su desbocado sentimiento
centralista (al atacar directamente al sistema de financiación y gasto
de las comunidades autónomas), pero siempre sin más instrumentos que el
mero sentimiento o llamadas a las emociones primarias. Los datos, de
hecho, corroboran que ese discurso está construido sobre una mentira.
Observad el siguiente gráfico, que muestra la cantidad de deuda
pública en circulación. Está elaborado a partir de los datos de los
Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2012, presentados el otro
día.
Como se puede comprobar, la deuda pública se dispara después del
estallido de la crisis y no antes. Es decir, la relación es exactamente
la inversa a la que sugieren partidos como PP y UPyD. Por lo tanto la
deuda pública no es la causa de la crisis sino que es precisamente la
consecuencia de la misma. Esto ya lo hemos explicado en detalle y con
datos y gráficos aquí, aquí, aquí y aquí.
En 2012 los intereses a pagar por la deuda pública serán de 28.848
millones de euros (para hacerse una idea, el recorte del PP es de 27.300
millones). Pero además el Estado se endeudará este año por un total de
186.100 millones de euros más (y si finalmente las previsiones del
Gobierno no se cumplen estaremos ante una cantidad mayor), los cuales
serán dedicados fundamentalmente para la refinanciación de la deuda
(149.300 millones de euros). Es decir, el Estado se endeudará para pagar
la deuda contraída antes. Y en la medida que suba la prima de riesgo
esa refinanciación será más cara y la punción sobre el Estado será más
grande.
Lo que me interesa señalar aquí es que precisamente la deuda pública
se ha convertido en el mecanismo más efectivo de socialización de
pérdidas y privatización de ganancias, es decir, de transferencia de
dinero público a manos privadas. Está siendo el elemento de política
económica más recurrido para cristalizar la inmensa estafa que está
siendo esta crisis económica.
En el esquema adjunto aparece resumida la cronología de los fenómenos
que he considero más importantes y que están vinculados a la deuda
pública. Como se puede comprobar son los mercados financieros los que
prestan el dinero necesario para que el Estado pueda seguir operando,
pero a su vez exigen condiciones de ajuste que hacen cada vez más
difícil devolver esos mismos préstamos. Es decir, los planes de ajuste
recortan servicios públicos pero a la vez deterioran el crecimiento
económico que posibilita que haya ingresos suficientes. Se entra en una
espiral propia de las llamadas crisis de demanda.
En este punto el mecanismo de la deuda pública se convierte en una herramienta que ejerce
una punción constante sobre el Estado que permite transferir dinero
público a los bolsillos de los llamados mercados financieros (que son grandes bancos y grandes fortunas fundamentalmente). Se trata de un mecanismo de transferencia que los mercados tratan de consolidar a través de las instituciones políticas que dominan,
a saber, la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el
Banco Central Europeo. Y mediante los parlamentos nacionales llevan a
cabo las políticas para consolidar ese mecanismo y garantizar que sigue
operando correctamente, es decir, que sigue absorbiendo toda la sangre posible del Estado.
En las actuales condiciones políticas y económicas estamos asistiendo
a un descomunal saqueo que amenaza no sólo con descomponer los débiles
cimientos en los que se mantenía la estructura económica europea sino
también en destruir la cohesión social y desencadenar estallidos
sociales de gran envergadura.
Y un elemento importante a destacar es que los parlamentos nacionales
y por lo tanto los partidos políticos están siendo meros títeres de
poderes no electos que tienen unos claros intereses económicos. La
estrecha vinculación que existe entre los grandes partidos y las grandes
empresas y fortunas no hace sino confirmar la existencia de
una élite social y política con intereses de clase que domina e influye
en todos los espacios políticos, la mayor parte de las veces sin
legitimidad y en otras ocasiones con un decadente apoyo.
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Vicenç Navarro
Catedrático de Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra, y Profesor de Public Policy. The Johns Hopkins University
Una consecuencia de las políticas neoliberales llevadas a cabo en la mayoría de países de la OCDE desde la época del Presidente Reagan en EEUU y de Margaret Thatcher en Gran Bretaña, ha sido la enorme concentración de las rentas en aquellos países, alcanzando niveles desconocidos desde la época que precedió a la Gran Depresión a principios del siglo XX. Un caso claro es EEUU. En el año 1929, el 1% de renta superior de la población tenía el 24% de toda la renta del país. Las reformas New Deal introducidas por el Presidente Franklin Roosevelt (que es todavía hoy el Presidente más popular que ha tenido EEUU), que consistieron en el establecimiento de políticas redistributivas, en la introducción de políticas sociales universales (como la Seguridad Social), en facilitar la sindicalización -que causó un gran aumento de los salarios-, así como en el aumento del gasto público en inversiones en la infraestructura del país, -creando gran cantidad de empleo- determinaron una reducción muy notable de tal concentración de las rentas y riquezas. Las políticas redistributivas se mantuvieron durante el periodo 1934 a 1978. Incluso durante la administración Republicana del Presidente Eisenhower, el 1% superior de la población (los súper ricos) pagaron en impuestos por sus ingresos casi un 80% de su renta.
Tales políticas cambiaron desde el establecimiento del neoliberalismo, a partir del Presidente Reagan, introduciéndose medidas opuestas a las realizadas en la época anterior. La progresividad fiscal se diluyó, los programas de carácter universal se redujeron y los sindicatos fueron debilitados como consecuencia de intervenciones públicas (tales como la desregulación de los mercados laborales) que determinaron, de nuevo, una enorme concentración de las rentas, alcanzando su máximo de nuevo en el año 2008, cuando poseyeron de nuevo el 28% de la renta nacional. Esta enorme concentración de las rentas creó un problema económico mayor. Esta concentración se consiguió a base de la reducción de las rentas del trabajo, creando con ello un problema de demanda de mayores proporciones. Como había ocurrido en los años veinte del siglo XX, la polarización de las rentas en aquel momento causó la Gran Depresión, de una manera semejante que ahora esta concentración ha originado la Gran Recesión.
Este 1% de la población es el que consigue sus ingresos predominantemente de las rentas del capital y tiene un enorme poder financiero, empresarial, mediático y político, pues controlan los medios de financiación, de producción, de información y difusión, con la complicidad del Estado, cuyas políticas han facilitado tal concentración. De ahí que el movimiento Occupy Wall Street en EEUU los señale, con razón, como los responsables de la crisis financiera y económica. (Es interesante subrayar que es un indicador de la enorme influencia mediática y política de los súper ricos que la concentración de las rentas y de las riquezas como causa de la Gran Recesión apenas aparece en los medios).
Ahora bien, hay que concienciarse de que por mucho poder que tenga este 1% (y lo tiene, y mucho), su poder se apoya en una parte de la sociedad (otro 9%) cuyas rentas dependen de la existencia de este 1%. Es decir, el 1% es parte del 10% de renta superior que consigue amplios beneficios de esta concentración de la renta. Este 10% controla hoy el 52% de toda la renta de EEUU, habiendo seguido una evolución semejante que la del 1% descrito anteriormente. En 1928 tenía el 52% de la renta. Bajó hasta el 32% en 1978, para subir de nuevo al 52% en el 2008.
El problema, pues, no se limita al 1%, sino al tope 10%, que incluye a los profesionales al servicio del sistema financiero, económico y mediático del país y de cuyos servicios obtienen enormes beneficios. Entre este 10% están todos los que dirigen las instituciones reproductoras del sistema financiero, económico y mediático, y cuyo poder de reproducción de valores y promoción de imágenes (como es la promoción de la postura de que no hay alternativas a las que el establishment propone) es vital para la permanencia del sistema. Hoy tales instituciones tienen un dominio sobre el Estado y una hegemonía sobre los aparatos culturales e ideológicos que facilitan tal control. De ahí que, aún cuando los que “mandan” en la sociedad son sólo un 1% de la población, este mando no puede ocurrir sin este otro 9%, sumando un 10% que no va a ser fácil de cambiar.
Ahora bien, hay que ser también conscientes de que la gran mayoría de la población hoy sabe quiénes son los responsables y su movilización puede forzar este cambio. Según las últimas encuestas realizadas en EEUU, la mayoría de la ciudadanía (que varía según la encuesta de un 68% a un76%) no cree que la economía funcione para el bien de todos, y una mayoría semejante no cree que el Congreso de EEUU represente sus intereses. Un tanto parecido ocurre en la gran mayoría de países de la OCDE. Concretamente, en España, la mayoría de la población no cree que la economía esté funcionando para el bien de todos o que la clase política responda a sus intereses. La causa de esta alienación política es fácil de ver, aún cuando sea difícil leerlo u oírlo en los mayores medios de información: la enorme concentración de las rentas y de las riquezas en un sector minoritario de la población (no más de un 10%) y su excesiva influencia política y mediática en nuestras sociedades. Y la población es consciente de ello. De ahí el enorme temor y represión del sistema hacia estos movimientos sociales, como el movimiento 15-M en España o el movimiento Occupy Wall Street en EEUU que, continuadores de movimientos contestatarios como los sindicatos y otros movimientos sociales, critican al sistema, subrayando la falta de coherencia entre discurso y narrativa oficial pro democrática del establishment político y mediático del país por una parte, y la realidad profundamente antidemocrática que aparece en sus prácticas cotidianas y en sus políticas públicas, todas ellas llevadas a cabo sin ningún apoyo o mandato popular.
Catedrático de Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra, y Profesor de Public Policy. The Johns Hopkins University
Una consecuencia de las políticas neoliberales llevadas a cabo en la mayoría de países de la OCDE desde la época del Presidente Reagan en EEUU y de Margaret Thatcher en Gran Bretaña, ha sido la enorme concentración de las rentas en aquellos países, alcanzando niveles desconocidos desde la época que precedió a la Gran Depresión a principios del siglo XX. Un caso claro es EEUU. En el año 1929, el 1% de renta superior de la población tenía el 24% de toda la renta del país. Las reformas New Deal introducidas por el Presidente Franklin Roosevelt (que es todavía hoy el Presidente más popular que ha tenido EEUU), que consistieron en el establecimiento de políticas redistributivas, en la introducción de políticas sociales universales (como la Seguridad Social), en facilitar la sindicalización -que causó un gran aumento de los salarios-, así como en el aumento del gasto público en inversiones en la infraestructura del país, -creando gran cantidad de empleo- determinaron una reducción muy notable de tal concentración de las rentas y riquezas. Las políticas redistributivas se mantuvieron durante el periodo 1934 a 1978. Incluso durante la administración Republicana del Presidente Eisenhower, el 1% superior de la población (los súper ricos) pagaron en impuestos por sus ingresos casi un 80% de su renta.
Tales políticas cambiaron desde el establecimiento del neoliberalismo, a partir del Presidente Reagan, introduciéndose medidas opuestas a las realizadas en la época anterior. La progresividad fiscal se diluyó, los programas de carácter universal se redujeron y los sindicatos fueron debilitados como consecuencia de intervenciones públicas (tales como la desregulación de los mercados laborales) que determinaron, de nuevo, una enorme concentración de las rentas, alcanzando su máximo de nuevo en el año 2008, cuando poseyeron de nuevo el 28% de la renta nacional. Esta enorme concentración de las rentas creó un problema económico mayor. Esta concentración se consiguió a base de la reducción de las rentas del trabajo, creando con ello un problema de demanda de mayores proporciones. Como había ocurrido en los años veinte del siglo XX, la polarización de las rentas en aquel momento causó la Gran Depresión, de una manera semejante que ahora esta concentración ha originado la Gran Recesión.
Este 1% de la población es el que consigue sus ingresos predominantemente de las rentas del capital y tiene un enorme poder financiero, empresarial, mediático y político, pues controlan los medios de financiación, de producción, de información y difusión, con la complicidad del Estado, cuyas políticas han facilitado tal concentración. De ahí que el movimiento Occupy Wall Street en EEUU los señale, con razón, como los responsables de la crisis financiera y económica. (Es interesante subrayar que es un indicador de la enorme influencia mediática y política de los súper ricos que la concentración de las rentas y de las riquezas como causa de la Gran Recesión apenas aparece en los medios).
Ahora bien, hay que concienciarse de que por mucho poder que tenga este 1% (y lo tiene, y mucho), su poder se apoya en una parte de la sociedad (otro 9%) cuyas rentas dependen de la existencia de este 1%. Es decir, el 1% es parte del 10% de renta superior que consigue amplios beneficios de esta concentración de la renta. Este 10% controla hoy el 52% de toda la renta de EEUU, habiendo seguido una evolución semejante que la del 1% descrito anteriormente. En 1928 tenía el 52% de la renta. Bajó hasta el 32% en 1978, para subir de nuevo al 52% en el 2008.
El problema, pues, no se limita al 1%, sino al tope 10%, que incluye a los profesionales al servicio del sistema financiero, económico y mediático del país y de cuyos servicios obtienen enormes beneficios. Entre este 10% están todos los que dirigen las instituciones reproductoras del sistema financiero, económico y mediático, y cuyo poder de reproducción de valores y promoción de imágenes (como es la promoción de la postura de que no hay alternativas a las que el establishment propone) es vital para la permanencia del sistema. Hoy tales instituciones tienen un dominio sobre el Estado y una hegemonía sobre los aparatos culturales e ideológicos que facilitan tal control. De ahí que, aún cuando los que “mandan” en la sociedad son sólo un 1% de la población, este mando no puede ocurrir sin este otro 9%, sumando un 10% que no va a ser fácil de cambiar.
Ahora bien, hay que ser también conscientes de que la gran mayoría de la población hoy sabe quiénes son los responsables y su movilización puede forzar este cambio. Según las últimas encuestas realizadas en EEUU, la mayoría de la ciudadanía (que varía según la encuesta de un 68% a un76%) no cree que la economía funcione para el bien de todos, y una mayoría semejante no cree que el Congreso de EEUU represente sus intereses. Un tanto parecido ocurre en la gran mayoría de países de la OCDE. Concretamente, en España, la mayoría de la población no cree que la economía esté funcionando para el bien de todos o que la clase política responda a sus intereses. La causa de esta alienación política es fácil de ver, aún cuando sea difícil leerlo u oírlo en los mayores medios de información: la enorme concentración de las rentas y de las riquezas en un sector minoritario de la población (no más de un 10%) y su excesiva influencia política y mediática en nuestras sociedades. Y la población es consciente de ello. De ahí el enorme temor y represión del sistema hacia estos movimientos sociales, como el movimiento 15-M en España o el movimiento Occupy Wall Street en EEUU que, continuadores de movimientos contestatarios como los sindicatos y otros movimientos sociales, critican al sistema, subrayando la falta de coherencia entre discurso y narrativa oficial pro democrática del establishment político y mediático del país por una parte, y la realidad profundamente antidemocrática que aparece en sus prácticas cotidianas y en sus políticas públicas, todas ellas llevadas a cabo sin ningún apoyo o mandato popular.
Esta mañana en el ayuntamiento de Murcia ya no se reclamaba el "agua para todos"
Misterios de Murcia:
El ayuntamiento de Murcia ha quitado, por fin, el cartel de "agua para todos".....¿por qué?.....
Rajoy no les va a hacer caso....y no nos va a traer el agua del Ebro?????......
Ahora no interesa tener un cartel durante 8 años????, durante los
cuales estaban los "malditos rojos" en el gobierno....y había que hacer
continua campaña electoral para desacreditar y echar del gobierno a los
"rojos peligrosos"......o quizás sea, por qué ya no necesitamos el agua
para todas esas "urbanizaciones fantasmas" que nos iban a hacer a todos
ricos???????
Este era el famoso cartel:
También es posible que lo estén rehaciendo, y el que vayan a poner, de nuevo, sea una preciosidad.
miércoles, abril 11, 2012
Christine Lagarde "la momia del FMI"...nos pide:
El FMI pide bajar pensiones por "el riesgo de que la gente viva más de lo esperado"..........jajajajajaj ajajajajajaja..........sobre todo,.......la que ya esta viviendo demasiado es Christine Lagarde.....la "momia del FMI"......
si no estuviera entre nosotros, un sueldo millonario que nos ahorraríamos.
Sin Vergüenzas!!!!!!!
Dentro de poco la Eutanasia a los que sobrepasen los 75.....y tendrás dos
opciones, o te jubilas frente a un pelotón de fusilamiento o te jubilas
frente a una horda de ricos que te lapidaran, porque no desean perder su
estatus.
http://economia.elpais.com/economia/2012/04/11/actualidad/1334133453_457282.html
SIMIOCRACIA
Book-trailer de "Simiocracia, Crónica de la Gran Resaca Económica"
http://www.aleixsalo.com/
Principio de Hanlon: "nunca atribuyas a la maldad lo que puede ser explicado por la estupidez"
Principio de Hanlon: "nunca atribuyas a la maldad lo que puede ser explicado por la estupidez"
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