Para entender más sobre esta campaña lean este artículo de Jose Miguel Calatayud publicado en los blogs de El país:http://blogs.elpais.com/africa-no-es-un-pais/2012/03/kony-2012.html
Joseph Kony http://es.wikipedia.org/wiki/Joseph_Kony es uno de los más peligrosos criminales de guerra. Debemos apoyar los esfuerzos internacionales para arrestarlo, desarmar el LRA y traer a casa a los niños soldados.
Joseph Kony http://es.wikipedia.org/wiki/Joseph_Kony es uno de los más peligrosos criminales de guerra. Debemos apoyar los esfuerzos internacionales para arrestarlo, desarmar el LRA y traer a casa a los niños soldados.
Muchos soldados del Gobierno dictatorial de Milton Obote (en el poder desde 1965 hasta 1971 y, tras la caida de Idi Amin, otro dictador cruel, desde 1980 a 1985) eran miembros de la etnia Acholi, procedente del norte de Uganda y del sur de Sudán. Obote fue depuesto por el ejército y uno de sus generales, Tito Okello, precisamente de la etnia Acholi, se convirtio en presidente durante unos meses hasta que la milicia del que hoy sigue siendo presidente, Yoweri Museveni, tomó el poder en 1986. Sí, Museveni también fue el líder de una milicia rebelde con aspiraciones políticas, como Kony. Y también utilizó niños soldado. Sólo que en su momento Museveni ganó y consiguió el poder y ya sabemos que la historia y expresiones como ‘presidente’, ‘rebelde’, ‘criminal’ y ‘justiciero’ se inclinan ante los vencedores. Lo que no quiere decir que Kony y su milicia no sean responsables de crímenes horribles. Lo son e idealmente deberían ser llevados ante la justicia.
Pero seguimos. Tras su llegada al poder y lógicamente temeroso de sus antiguos rivales, Museveni inició una campaña militar destinada a suprimir los soldados de los regímenes de Okello y Obote. Muchas de sus víctimas, por lo tanto, eran Acholi y, por lo tanto, miembros de esta etnia comenzaron a organizarse para defenderse.
Antiguos soldados formaron el Ejército democrático del pueblo ugandés y, más adelante, Alice Auma fundó el Movimiento del Espíritu Santo, que ya fundía creencias místicas e ideas políticas. Auma decía estar en contacto con un espíritu llamado Lakwena y convenció a los miembros de su movimiento de que las balas no podían herirlos. Esto no era cierto pero por algo dicen que la fe mueve montañas: tanto los seguidores de Auma como muchos soldados de Museveni se lo creyeron y en un primer momento la milicia de Auma logró varias victorias y llegó hasta la ciudad de Jinja, a unos 80 kilómetros de Kampala. Aunque entonces las tornas cambiaron y el ejército de Museveni no los dejó avanzar y los acabó derrotando.
Fue entonces cuando surgen la figura de Joseph Kony y, de los restos del movimiento de Auna, el LRA. Kony, además, era familiar lejano de Auna, quien murió en 2007. Kony también se consideraba una especie de médium y mezclaba creencias religiosas con aspiraciones políticas y en un principio decía que su objetivo era implantar en Uganda un régimen basado en los Diez Mandamientos. El LRA comenzó sus actividades en el norte de Uganda en 1987 y, aunque no se sabe con seguridad, quizá estableció bases en el sur de Sudán ya desde 1994. En 1996, y con el declarado objetivo de proteger a la población civil de los ataques del LRA, el Gobierno de Museveni comenzó a crear en el norte de Uganda los llamados 'poblados protegidos', que se parecían más a campos de refugiados y en los que cientos de miles de ugandeses se vieron forzados a vivir en condiciones muy duras, abandonando sus hogares, sus campos y sus granjas. Además, el LRA continuó realizando ataques ocasionales dentro de estos campos, donde la población también era objeto de abusos por parte de los soldados gubernamentales. En 2002, Uganda lanzó la Operación Iron Fist contra las bases del LRA en Sudán, que fracasó espectacularmente y que provocó el regreso de la milicia al norte de Uganda, donde de nuevo atacó poblados con una violencia que llevaba años sin usar. En 2005, la Corte Penal Internacional emitió órdenes de arresto contra Kony y varios de sus oficiales por crímenes de guerra y contra la humanidad. Ese año, varios miembros de la milicia cruzaron por primera vez hacia la República Democrática del Congo y el LRA no ha vuelto a Uganda desde 2006. En 2008, y de nuevo prácticamente me cito a mí mismo, Estados Unidos ya estuvo implicado en la última gran operación militar contra el LRA: la Operación Lightning Thunder, en la que participaron los ejércitos de Uganda, la RDC y Sudán del Sur con apoyo estadounidense. El plan era "bombardear y asaltar las bases del LRA en la zona nordeste de la RDC. Pero debido a filtraciones de los planes y a descoordinación entre los diferentes ejércitos, las tropas del LRA escaparon del ataque y en las semanas siguientes masacraron a unos 900 civiles en esa misma zona como represalia."
Quizá hoy Uganda sería un Estado fundamentalista cristiano si Kony hubiera ganado y quizá Museveni sería el criminal de guerra. O quizá ni lo uno ni lo otro. La historia es compleja.
¿Te ha aburrido esta historia? Quizá. Y es que no me negarás que mola mucho más ver un vídeo hollywoodesco y con música estilo MTV que leer sobre las complejidades sociales, políticas y militares de un fenómeno como el del LRA.
Y lo que yo he escrito es sólo la historia, muy resumida, de los orígenes y desarollo del LRA. Aún se podría llegar más atrás en el tiempo, a la época colonial, al uso de los Acholi como obreros y guerreros por parte de los británicos y al abandono y subdesarrollo del norte de Uganda por parte de las diferentes administraciones de este país. O introducir más elementos como el apoyo de Sudán al LRA para que se enfrentara también al Ejército de Liberación del Pueblo Sudanés, entonces enfrentado a Jartum durante la guerra civil que enfrentó al norte y al sur de Sudán. O hablar de las varias iniciativas de paz, locales e internacionales, que han fallado, en unas ocasiones debido más a la intransigencia del LRA y en otras a la del Gobierno ugandés. O cómo, precisamente, hay indicios (algunos dirían ‘pruebas’) de que las autoridades ugandesas no capturaron a Kony cuando pudieron hacerlo porque les interesaba estratégica y políticamente mantenerlo como enemigo, entre otras razones porque Gobiernos occidentales –y particularmente el británico y el estadounidense- le estaban dando mucho dinero para seguir combatiéndolo.
La historia es compleja, muy compleja.