"Decía Lucio Anneo Séneca que no nos atrevemos a muchas
cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a
hacerlas. Hoy asistimos a la puesta en práctica de ese principio en
casi todos los campos de nuestra vida, en este contexto de crisis
polivalente que nos invade y nos anula. Hoy, en 2013, los ciudadanos no
nos atrevemos a decir basta. No nos atrevemos a decir que hasta aquí
hemos llegado. Por no atrevernos, no nos atrevemos ni a protestar:
chitón. La última estocada ha sido la eliminación de las becas Séneca,
que permite la dotación económica necesaria para el traslado de alumnos
españoles entre centros universitarios de nuestro país. Soy uno de ellos.
Estudio Derecho y Gestión y Administración Pública desde hace tres
años en la Universidad de Sevilla. Desde muy pequeño sentí vocación de
servicio público, a los ciudadanos, a la ley y al Estado, y es a lo que
en un futuro deseo dedicarme como magistrado. Mi expediente me
permitió solicitar el traslado durante nueve meses
(un curso completo) a la Universidad de A Coruña, en Galicia, la
tierra de origen de mi abuela paterna Matilde, y donde he veraneado en
innumerables ocasiones. Y me fue concedido, con 500 euros al mes
durante ese tiempo. Llevo ya 4 meses en A Coruña, y la experiencia no
ha podido ser mejor.
Andalucía es mi
pasión, la tierra que me vio nacer y donde mi corazón siempre mira. He
conocido en mi estancia aquí a compañeros de todos los rincones de la
Península, incluidos nuestros vecinos lusos, y hasta extranjeros
bilaterales, de Brasil, o Erasmus, de Polonia. La riqueza
que me ha proporcionado conocerles y aprender de ellos me ha hecho sin
duda una persona más abierta, más adulta… y más ciudadana. He
aprendido también a vivir de manera independiente, sin la cercanía y el
calor paternos, sin el paraguas perpetuo de un padre y una madre que
siempre se han desvivido por mí y por mi educación. He tenido
profesores magníficos, jueces de una gran experiencia, y catedráticos
de cuya opinión debería servirse más a menudo el señor Wert.
Ese ministro que hoy, bajo la excusa de palabrejas como “eficiencia” o
“austeridad”, elimina uno de los instrumentos más importantes de
intercambio y movilidad entre las magníficas universidades españolas.
Como beneficiario de una de esas becas, y considerándome un buen alumno,
que aprovecha los recursos que el Estado
y los impuestos de todos los ciudadanos dedican para su formación
superior, le ruego encarecidamente que reconsidere su posición. Que
permita a muchas más generaciones de estudiantes disfrutar de esta
oportunidad, una experiencia que sin duda nos une más como habitantes
del mundo, más que “españolizarnos”. Nos convierte en verdaderos
ciudadanos, demócratas, defensores de la libertad y de la tolerancia,
contribuyendo a la construcción de un mundo mejor, más moderno, más
culto, y mucho más capaz de hacer frente a la injusticia.
Pero si no lo hace, ahórrese quejarse, señor Ministro, de lo que
puedan decir de usted y de las críticas que su actuación genere. Porque
no hay viento favorable para el que no sabe a dónde va. ¿A que no
adivina qué filósofo paisano mío acuño esta frase?"
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