Personalmente estoy alarmado con lo que se va sabiendo. Creo que estamos en una situación límite. Todas las luces rojas están encendidas y vamos directos a un desastre social sin precedentes.
El presupuesto regional para 2013 ya recoge una reducción en políticas sociales de 464 millones en un sólo ejercicio, casi el doble que la media española. Sanidad pierde 224 millones (el 12,8%), mientras Educación y Acción Social lo hacen en 120 millones cada una (el 95 y el 26%, respectivamente). Pero es que hoy podemos leer en La Verdad (edición de pago) que Bernal reconoce que ni siquiera estas brutales cifras serán suficientes habida cuenta de los incumplimientos del déficit impuesto (1,5% en 2012, y 0,7% en este 2013), con lo cual anuncia que se prepara un ajuste adicional, cuya magnitud desconocemos pero que se sumaría al enorme tijeretazo ya acordado y presupuestado. Dice Bernal que hay muy poco margen porque el presupuesto de este año ya es muy restrictivo. ¡Y tanto!, Como que va a suponer un mazazo bestial contra los servicios públicos básicos y las prestaciones sociales justamente en un contexto de grave crisis social. Es decir, cuando el paro casi alcanza el 30%, se acumulan los parados de larga duración, las familias sin ingresos pueden pasar las 70.000, el paro entre los jóvenes más del 55%, casi la mitad de las familias ( ahí es nada, amigos) tiene ingresos por debajo de los 12.000 euros anuales (ahora hay que hablar de extensión de los hogares -no ya las personas- mileuristas o por debajo de ese nivel), las familias en riesgo de pobreza y exclusión es prácticamente al tercio del total, y todas las demás secuelas de esta situación en desahucios, las personas que dejarán de percibir los 400 euros de los seis meses improrrogables del Plan Prepara, las subidas de impuestos, IVA, tasas universitarias, luz, pago de medicamentos, etc., pues ahora, decimos, viene otro palo infame y desmedido sobre la gente empobrecida, que son ya la mayoría en esta atrasada región, que directamente no lo va a poder soportar mucha gente ni acudiendo a las redes familiares y sociales de ayuda y a los centros de caridad alimentaria. Esto se va a convertir en un infierno para muchas miles de personas, ante la indiferencia de los poderes públicos. Algo tenemos que hacer, pero esto no es ya una fórmula retórica: hablamos de una cantidad de sufrimiento social como nunca hemos conocido, que ya está aquí y que se va a ver multiplicado hasta lo que podamos imaginar. O hay una fuerte reacción de la sociedad murciana o el panorama será -literalmente- dantesco".
El presupuesto regional para 2013 ya recoge una reducción en políticas sociales de 464 millones en un sólo ejercicio, casi el doble que la media española. Sanidad pierde 224 millones (el 12,8%), mientras Educación y Acción Social lo hacen en 120 millones cada una (el 95 y el 26%, respectivamente). Pero es que hoy podemos leer en La Verdad (edición de pago) que Bernal reconoce que ni siquiera estas brutales cifras serán suficientes habida cuenta de los incumplimientos del déficit impuesto (1,5% en 2012, y 0,7% en este 2013), con lo cual anuncia que se prepara un ajuste adicional, cuya magnitud desconocemos pero que se sumaría al enorme tijeretazo ya acordado y presupuestado. Dice Bernal que hay muy poco margen porque el presupuesto de este año ya es muy restrictivo. ¡Y tanto!, Como que va a suponer un mazazo bestial contra los servicios públicos básicos y las prestaciones sociales justamente en un contexto de grave crisis social. Es decir, cuando el paro casi alcanza el 30%, se acumulan los parados de larga duración, las familias sin ingresos pueden pasar las 70.000, el paro entre los jóvenes más del 55%, casi la mitad de las familias ( ahí es nada, amigos) tiene ingresos por debajo de los 12.000 euros anuales (ahora hay que hablar de extensión de los hogares -no ya las personas- mileuristas o por debajo de ese nivel), las familias en riesgo de pobreza y exclusión es prácticamente al tercio del total, y todas las demás secuelas de esta situación en desahucios, las personas que dejarán de percibir los 400 euros de los seis meses improrrogables del Plan Prepara, las subidas de impuestos, IVA, tasas universitarias, luz, pago de medicamentos, etc., pues ahora, decimos, viene otro palo infame y desmedido sobre la gente empobrecida, que son ya la mayoría en esta atrasada región, que directamente no lo va a poder soportar mucha gente ni acudiendo a las redes familiares y sociales de ayuda y a los centros de caridad alimentaria. Esto se va a convertir en un infierno para muchas miles de personas, ante la indiferencia de los poderes públicos. Algo tenemos que hacer, pero esto no es ya una fórmula retórica: hablamos de una cantidad de sufrimiento social como nunca hemos conocido, que ya está aquí y que se va a ver multiplicado hasta lo que podamos imaginar. O hay una fuerte reacción de la sociedad murciana o el panorama será -literalmente- dantesco".
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