"1.- Es muy peligrosa:
La probabilidad de accidente nuclear grave ha aumentado en los últimos
años debido al envejecimiento de los reactores, a que los propietarios
de las centrales tratan de maximizar beneficios a costa de reducir los
márgenes de seguridad, y al riesgo de catástrofe natural o ataque
terrorista: Chernóbil o Fukushima son dos tristes ejemplos.
2.- Es la más sucia:
Las centrales nucleares generan residuos radiactivos cuya peligrosidad
permanece durante decenas de miles de años y cuya gestión, tratamiento y
eliminación son cuestiones que no están resueltas aún. Además, en su
funcionamiento rutinario, emiten al medio ambiente radiactividad en
forma líquida y en forma gaseosa. La contaminación está ahí, aunque no
la podemos sentir, tocar, oler, oír o ver. La vida media del
plutonio-239 es de 24.000 años y la del plutonio-240 de 2.130.000 años.
Un gramo de plutonio-239 puede llegar a producir cáncer a más de 1
millón de personas.
3.- Es la que menos empleo genera por unidad de energía producida, menos que cualquier energía renovable.
4.- Es una energía muy cara:
Necesita grandes ayudas estatales para poder existir. El coste de la
gestión de residuos radiactivos en España, según la Empresa Nacional de
Residuos Radiactivos (ENRESA), será de más de 13.000.000.000€ sólo hasta
2070.
5.- No es necesaria:
Los casos de Alemania y Suecia permiten comprobar que, si hay voluntad
política, es posible abandonar la energía nuclear al tiempo que se
reducen las emisiones de CO2 en cumplimiento con el protocolo de Kioto.
Alemania es líder mundial en energía eólica y posee una potencia solar
fotovoltaica instalada 15 veces mayor que la de España, a pesar de tener
una irradiación solar media mucho menor que la nuestra.
6.- No es la solución al cambio climático:
Por cada euro invertido en medidas de ahorro y eficiencia energética se
logra reducir siete veces más emisiones de CO2 que si ese mismo euro se
invirtiese en construir centrales nucleares. Considerando el ciclo
completo de las tecnologías de generación eléctrica no fósiles (nuclear y
renovable), por cada kWh producido, la energía nuclear emite más CO2
que cualquiera de las energías renovables debido a que en todas las
etapas del ciclo nuclear se consumen grandes cantidades de combustibles
fósiles.
7.-No genera independencia energética:
En la mayoría de las fases del ciclo nuclear, España tiene una total
dependencia del exterior: en la importación del uranio, en el diseño de
reactores, en las patentes para la fabricación de los elementos
combustibles, etc.
8.- También se acaba:
Las reservas de uranio-235 (el combustible de los reactores nucleares)
servirán sólo para unas pocas décadas más al ritmo de consumo actual,
para los 439 reactores actualmente en funcionamiento en todo el mundo.
9.- No tiene respaldo social:
La inmensa mayoría de los ciudadanos españoles rechazamos esta forma de
producir electricidad. El 57% se opone frontalmente a la utilización
de la energía nuclear y sólo el 24% está a favor, según el último
Eurobarómetro de la Comisión Europea.
10.- Contribuye a la proliferación de armas:
Los pretendidos usos pacíficos de la energía nuclear propician el
desvío de materiales nucleares para la fabricación de armas atómicas o
con fines terroristas, lo que mina los esfuerzos para la necesaria
eliminación definitiva de las armas nucleares. El plutonio para fabricar
armas atómicas se obtiene de los residuos generados en una central
nuclear. Países como India, Pakistán o Corea del Norte ya han desviado
estos materiales para la fabricación de armas atómicas.
Lamentablemente
son muchos los intereses económicos que se esconden en esta industria y
mucho el dinero que destinan a hacer campaña política y publicidad a
gran escala.
En nuestra opinión la energía nuclear es
incompatible con un modelo energético sostenible: no es económicamente
eficiente, ni socialmente justa, ni medioambientalmente aceptable".
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